13 dic 2015

el primer

Si llega la noche, que sea atrás, allá, en lo oculto, donde las luces son nuestros sexos y la salvia nuestras inseminaciones con la Tierra...
un útero, un cáliz
que se retuerce, que llama, a su intrépido encuentro con la danza interna de los fluidos, del nácar de un molusco y su agua...
de la boca que chupa y escupe donde se relamen los pechos de aquella que florece, ahora,
y sus piernas se encienden con infinitas estrellas de sentir destellos en su nuca donde le nace una serpiente que le regala una flor en su cabeza, con infinitud de pétalos llenos de color impregnados de cosmogonía cuántica  y torbellinos de cantos guturales que resonaban en este cuarto,
aquella caverna,
aquel templo,
lleno de plumas,
envueltos en estrellas que nos hablan
y ancestros
que nos dicen
qué haran de nuestros cuerpos unidos un sin fin
de veces con besos en esos dedos
largos y fuertes que sostienen agarran acarician y curan
del ser darse cuenta la belleza de haberse convertido y convertirse
siempre entregarse a la locura de las carnes tibias
del espíritu sin límite por eso UNIDAD
son nuestros ojos
espejos de lo que somos
atrás, allá, dónde nadie nos ve